Hay un humanoide mutante, el humanoide populista bukelista, una variante del humanoide socialista, un individuo que parece un ser humano normal, que camina erecto, con pulgares oponibles, que mira en tres dimensiones, con un cerebro de tamaño y de aspecto normal a simple vista, que hace diariamente lo que normalmente hace un ser humano. Pero en realidad no es igual a los seres humanos, son una especie aparte y mimetizada como tales.
Un humanoide populista bukelista cree que está para dar un “salto” en la evolución y al idealismo, ellos ven que esta es su misión, pero ni ellos saben qué salto o que ideal.
Los hay de varios olores y quizá varios sabores, los hay quienes aceptan ser humanoide populista bukelista y otros que se creen inclusive mejores que estos, son una nueva especie derivada de una nueva especie.
El humanoide populista bukelista, el de siempre y el renovado, cree que es el fundador de una nueva humanidad, para él el resto de los valores y principios no existen, cierran los ojos ante cualquier prueba que el populismo bukelista no funciona. Cierran los ojos y se lanzan a una especie de vacío suponiendo que tienen alas que solo están en su imaginación, pero, como cosa increíble, y quizá por razones culturales de nuestra región, las alas imaginarias se despliegan, sus plumas están pegadas por una cera muy particular llamada populismo, y mucha gente cree en ellos. No entienden que las alas pegadas con promesas y sueños imposibles son como las de Ícaro, están pegadas con cera, por lo que están predestinadas a ser destruidas irremediablemente ante el calor del sol de la realidad.
El populismo bukelista todo lo resuelven con propaganda, con aparentes buenas intenciones, regalando sueños y cuando los comienza a golpear la realidad, no aceptan ni réplicas ni fractura alguna, no puede haber crítica, ante la realidad, no responde corrigiendo, simplemente responde de manera totalitaria y violenta.
Para este extraño mutante humanoide sus ideas se sobreponen a la realidad y las consignas a los hechos, no le importa lo que venga, y que siga viniendo, y viniendo, y viniendo, y si el bienestar, lo bueno para la gente nunca llega, no les importa, así como no les importa que sus nuevas ideas sean tan viejas como la humanidad, pues son ellos quienes hacen la historia y la cambian a su beneficio. No importa que las cosas no salgan como ellos quieren, simplemente, en algún momento, deberán dar resultados por que así lo dice su líder.
El absolutismo del humanoide populista bukelista no le permite dudar, sus ideas son absolutas, no sabe de Einstein, pues lo único relativo para él son las ideas de los demás, y esas ideas solo sirven para encender su furia justiciera. Él insulta al que no cree en lo mismo que él, lo considera su enemigo mortal, cree que la única verdad es la suya y que la realidad se equivoca, acusan a todos los demás de solo defender intereses, no entiende que cada uno tiene sus propios intereses. El socialista es como aquel mal vecino que se mete en todo, que todo lo arruina y nunca nos deja en paz.
El humanoide populista bukelista resuelve todos los problemas, y sus soluciones son perfectas, y el que no entienda esto merece morir de cualquier manera, al menos civilmente.
El humanoide populista bukelista también es mentiroso, miente con la historia, miente con los hechos, miente ante la realidad, miente para hacer soñar a los demás, mienten para que veamos la realidad como él quiere que la veamos, miente por mentir y porque ignorando la naturaleza de las cosas y lo hechos, quieren obligarnos a ser buenos según su criterio y aún a costa de nuestro propio daño.
¿Este humanoide mutante es inteligente? La respuesta es afirmativa, si son inteligentes, pero por medio de una especie de hechizo logran unir inteligencia con estupidez y destrucción, es como si hubiera compartimientos dentro de su cerebro, y que lo que ocurre en uno de esos no puede ser conocidos por los demás, esto lo lleva a tener desvaríos, a encontrar culpables, a ser contradictorio.
El humanoide populista bukelista cree que ganar una elección les habilita para realizar cualquier experimento social, olvidando que únicamente se le ha dado un mandato para gobernar, pero es incapaz de entender que gobernar significa respetar, y defender los derechos de los demás, y si alguien se lo recuerda, se enfurece y llega fácilmente a la violencia y al insulto.
Eso sí, el humanoide populista bukelista es ingenioso casi ilimitadamente, pero también es ilimitado en el sentido contrario al ingenio.
Algún día este humanoide será expuesto en algún museo de ciencias naturales, o en algún circo, pero por supuesto, por hoy no hay risas, debido a que, ante el humanoide populista bukelista, con las alas pegadas con la cera de la ilusión llamada populismo y de las ideas antiguas que disfrazan de nuevas, se está haciendo peligrar la hacienda y las libertades de la población. Están destruyendo a todo un país.